Cuando llega el momento de actuar sobre una obra ya existente, llegan
las dudas. ¿Mantengo la continuidad de tiempos y estilos; marco un punto de
discontinuidad temporal…? De esta duda surgieron varias corrientes, algunas
adeptas a diferenciar la parte “nueva” de la parte “antigua”; otras a mantener
una continuidad lineal constructiva; y por último las que mantienen la relación
entre tiempos pero a la vez se distingue la nueva actuación a través de
materiales, acabados, formas…
Analizando por un lado la corriente que habla de la
diferenciación de tiempos a nivel arquitectónico, encontramos que ésta trata en
todo momento de separar estilos, tiempos, usos y por supuesto materiales, así
como métodos constructivos y formas de interactuar e interrelacionarse con el entorno
totalmente diferentes a las del pasado. Es ejemplo de la intervención de David
Closes en el Convent de Sant Francesc en Santpedor- Cero
interrelación temporal.
Por otro lado, encontramos la corriente que se basa en tratar de “imitar
al pasado” en todos sus aspectos, utilizando materiales, formas y colores
similares, harmonizando con lo existente, sin resaltar y tratando de mimetizar
con el entorno. En este caso podemos observar la reconstrucción de Whiteford
Watson Ann Architects en el Astley Castle (West Midlands)
Y por último, como es el caso de Lacaton y Vassal en su actuación en el
FRAC (Dunkerque), el colectivo de arquitectos que se basa en dejar la huella del
pasado pero resaltando la nueva construcción, tratando de resaltar la
renovación de los materiales, métodos constructivos, etc.
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