Proceso imparable aceptado como una nueva realidad y necesidad.
"Acaba de Comenzar una gran época". Así Le Corbusier se refería a la revolución arquitectónica que llevó a la creación del Movimiento Moderno. Pero ¿qué diría ahora frente la decadencia de nuestro mundo contemporáneo?
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Ville Radieuse - Le Corbusier |
Para Le Corbusier, la belleza es algo emocional, es el arquitecto que, con su disposición de formas, realiza un orden que es una pura creación de su espíritu. La arquitectura tiene que afectar intensamente nuestros sentidos y determinar diversos movimientos de nuestro espíritu.
La Ville Radieuse, "la ciudad del mañana", no tiene nada que ver con la ciudad contemporánea. Los elementos son los mismos, hay edificios del gobierno, escuelas, carreteras para el tráfico y las zonas verdes. Así que ¿por qué todo se parece tan diferente de la imaginación del arquitecto?
Tal vez el problema radica en la falta de voluntad del hombre moderno. Somos esclavos de la velocidad y de la comodidad; hemos perdido el placer de la contemplación. Los parques de nuestras ciudades dejan de ser oportunidades y se han convertido en zonas de sobra y elementos que se deben incluir por obligaciones de planificación. Ojalá los árboles transmitirían wi-fi!
La ciudad se compone de engranajes perfectamente en función entre ellos y perfectamente reemplazables en caso de mal funcionamiento. Los antiguos griegos creían que pensar sólo lleva a más complicaciones, y esta es la razón por la cual hemos llegado a ser parte de este monstruo implacable e imparable que persistimos en llamar ciudad.
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Very Large Structure - Manuel Dominguez |
"La arquitectura como arte es la condición necesaria que la edificación debe alcanzar. (...) Por tanto, es necesario recuperar el momento contemplativo, el valor de los espacios formales que llamamos a los objetos de nuestra existencia, para superar la miseria cada vez más alienante y atroz de nuestro hábitat ". Ignazio Gardella, años ’80.
La industria ha significado muchas cosas en la historia de la humanidad y, sin duda, no todo es positivo. No podemos dejar de preguntarnos si la magnífica vista del progreso de la humanidad habría sido posible sin la revolución industrial y sin el desarrollo de la sociedad industrial.
Como parecerían las nuestras ciudades con las necesidades actuales, pero sin los medios actuales?
Si personajes como Le Corbusier nunca existieron, quien tendríamos en cuenta como guías espirituales de la arquitectura?
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